Desde sus terrazas se han disfrutado de los mejores atardeceres de Mallorca. Un hotel familiar, con encanto y ubicado en un lugar privilegiado, al pie de la tranquila playa de Canyamel, que cierra sus puertas tras más de una década cosechando recuerdos y momentos inolvidables.
Cap Vermell Beach Hotel ha sido un lugar acogedor en el que perderse y al que volver... por su localización, por su impecable servicio y por las experiencias que se han vivido en él. Ahora cierra una etapa y deja dentro de sus paredes miles de momentos inolvidables.
Cap Vermell Group comenzó a gestionarlo en abril de 2007. En ese momento se llamaba Hostal Cuevas, fue uno de los primeros establecimientos de la isla que se dedicó al hospedaje y su historia está muy vinculada a la de la zona en la que está ubicado, Canyamel y al pasado y memoria de una familia de emprendedores, la de Miguel Garau, primer 'talaier' de la torre de vigilancia d'en Massot (1577).
Hasta mitad del siglo XX, sus descendientes le relevaron como 'talaier' y además se convirtieron en los primeros guías de las Cuevas de Artà. En 1906, uno de ellos decidió trasladarse de Artà a Canyamel y poner en marcha un servicio de comidas que atendía a los visitantes de las cuevas, en una caseta en Es Pins de ses Vegues.
En 1934 el proyecto evolucionó a un pequeño local de comidas, el Restaurante Cuevas, especializado en paellas y pescado frito.
El local prosperó a hostal en 1951. Sus paredes son las mismas que han cobijado hasta ahora a los huéspedes de Cap Vermell Beach Hotel, un establecimiento que se fue renovando por dentro con el paso de los años, pero cargado de historia.
El nombre de su restaurante, Vintage 1934, es un homenaje al año de fundación de esa primera fonda que nació con vocación gastronómica.
Gracias a todos por haber formado parte de este proyecto, de este viaje, de esta experiencia maravillosa.
Cap Vermell